Hola a tod@s. Con sinceridad, contento y aliviado de formar parte de esta comunidad. Por si alguien pudiera sentirse identificado y le sirviera de ayuda, para llegar aquí he pasado por 17 años de diagnóstico erróneo de bipolaridad (y su consiguiente batería de medicación 'letal' a nivel funcional, emocional y de autoconocimento). Hace 3 años se sustituyó el diagnóstico por el de autismo (etiqueta por etiqueta). Gracias a ello, pude iniciar (aunque con desánimo por parte de los psiquiatras 'expertos en su área), un proceso intenso de retirada de pastillas (concurrentes, claro). Finalmente, el diagnóstico liberador (en todos los aspectos posibles), ha sido el de superdotación.
Liberador porque durante 20 años (de mis 47), he estado condicionado por una 'autoestigmación' y enmascaramiento (en la medida que me fuera posible).
Y ahora, por fin, con la cabeza en su sitio, con ganas de más de todo.
Más retos, más conocimientos, más conexiones, más preguntas y más sumar. Con mi lugar en el mundo más definido, más amplio a la vez, y con una zona de confort en expansión diaria. Con la ansiedad de siempre, pero ahora motivadora. Y con ánimos de poder ayudar, escuchar y hablar con tod@s los que os sintáis reflejados. Sin dejarme al resto de vosotr@s.
Gracias.
Liberador porque durante 20 años (de mis 47), he estado condicionado por una 'autoestigmación' y enmascaramiento (en la medida que me fuera posible).
Y ahora, por fin, con la cabeza en su sitio, con ganas de más de todo.
Más retos, más conocimientos, más conexiones, más preguntas y más sumar. Con mi lugar en el mundo más definido, más amplio a la vez, y con una zona de confort en expansión diaria. Con la ansiedad de siempre, pero ahora motivadora. Y con ánimos de poder ayudar, escuchar y hablar con tod@s los que os sintáis reflejados. Sin dejarme al resto de vosotr@s.
Gracias.
Comentarios
Buenas tardes, Víctor:
Me siento identificada con tu mensaje en algunos puntos. He leído mucho recientemente sobre este tema de diangósticos errados y diagńósticos duales. Me alegra que seas uno de esos ejemplos que al final encuentran una reparación, después de un -posiblemente largo- periodo de padecimiento de violencias más o menos simbólicas, que es lo que tiene el paso por las instituciones en las que se ejerce la psiquiatría. Con todos mis respetos a los admirables casos excepcionales de profesionales concienciados con el paradigma del buen trato dentro de un sistema así.
En mi caso, también he pasado por una historia de sufrimiento psicosocial donde se han patologizado mis características de personalidad y penalizado el despliegue de mis capacidades y talentos (castigados con mucha más fuerza por el hecho de ser una mujer). De esta forma, yo también tuve intentos de etiquetas como TLP, sintomatología variada de malestar y un diagńótico psiquiátrico de trastorno bipolar. Llevo 11 años en remisión sin una sola crisis y una nueva instancia de acoso laboral es lo que ha llevado a la comprensión tras un diagnóstico como el tuyo.
Sigo integrando, es bastante agridulce, pero va llegando la comprensión.
Bienvenido.
Buenas tardes Pi, y gracias por tu mensaje. Me gusta pensar que, dentro de los pesares de algunas identificaciones, hay puntos en común que nos permiten compararnos y compartir.
Estoy convencido que en el campo de la psiquiatría hay magníficos profesionales. Seguramente nos habrán tratado con toda su convicción. Pero, al menos en mi caso, y tras muchos años, mi conclusión personal es la falta de contraste, de dudar o de intentar ver más allá. Dentro de cada campo de expertise (sea bipolaridad, autismo, TDAH, etc) puede resultarles fácil encontrar positivos, pero no falsos positivos. No me quejo. Cada año y momento vivido me ha llevado a este instante y, pese a lo traumático que haya podido ser (junto con el efecto disautonómico físico y psíquico que conlleva una medicación indebidamente administrada), todo lo anterior nos ha llevado a este ahora. La lectura de este presente, en cualquier caso, es personal y muy condicionada por las circunstancias vitales.
Sigo desde hace un tiempo las teorías de un psicólogo, Dabrowski, que desarrolló los conceptos de sobreexcitabilidades en personas con altas capacidades; y, especialmente, su fundamento de la Desintegración Positiva. En el que cada trauma vivido, y sus posibles derivaciones en la persona en forma de ansiedad, depresión, etc, puede acabar elevándonos en nuestro nivel de autoconsciencia, lugar en el mundo y coherencia entre valores y maneras de actuar.
Lamento el acoso laboral vivido que me comentas. Y me alegro, en cualquier caso, del nivel de comprensión que te ha permitido. Agridulce, pero en tu camino personal de desarrollo y entendimiento.
Esas capacidades y talentos, capados, son lo suficientemente permanentes para subsistir dentro de cada uno hasta ser aflorados con plenitud. Y es, en ese momento, no sólo cuando reaparecen con fuerza, sino con un enorme deseo de expansión y liberación.
Saludos, Pi.